dilluns, 29 de desembre del 2014

Exploraciones de invierno en el Alto del Tejuelo (Parte II)

Vuelve a amanecer despejado,  hoy retomamos los trabajos en la CL-081 Torca del Espejo. Se unen a nosotros Mercedes y Miguel Ángel, por lo menos hasta la entrada, aunque al final se meten un poco más.

Mercedes y Miguel Ángel delante del Espejo

Nuestra primera tarea es ensanchar el laminador vertical. La ejecuta Jordi Carretero, socio fundador de “desobstrucciones Calseca”. 

Le lleva un par de horas hacer el paso practicable, al otro lado un pequeño volumen, que no permite estar de pie y una rampa en subida que lleva a un pozo. Como siempre, los sondeos de un pozo dan lugar a diversas especulaciones: 10, 16, más de 20… las posiciones son inamovibles y por lo tanto se debe bajar para despejar la duda. Al final el láser dice que el pozo es de 18m y el espeleólogo que lo baja dice: “esto no tira”. En una repisa y a través de bloques nos volvemos a situar en la falla, continua por ambos lados pero infranqueables barreras de bloques incrustados no nos permiten seguir.

Regresamos a la salita de techo bajo donde nos espera Víctor que ha estado haciendo la topografía.
“Hacia el otro lado hay un paso horizontal - nos dice - si quitamos un bloque que hay en medio igual paso.”
Le atornillamos un anclaje al bloque y tiramos de él con cuerda. Víctor pasa a duras penas y se encuentra con un “laminador tobogán”, muy divertido de bajar pero con el tiempo se a embarrado y las risas se tornan lágrimas al volver…
Hacia abajo se cierra todo, solo en un lado hay una obertura que le lleva a una zona donde se puede poner de pie. Según Víctor las dimensiones empiezan a ser grandes y sin barro. Inspecciona un pequeño tramo, pero como llevamos un montón de horas explorando y él está solo al otro lado, decidimos dejarlo por hoy, mañana frescos y con tiempo exploraremos juntos para ver las posibilidades.

Laminador tobogan

Hoy es mi último día y va a ser corto, tengo el vuelo de regreso por la noche. Nos levantamos una hora antes para alargar el tiempo disponible. Ya nos conocemos la aproximación de memoria y en una hora nos encontramos entrando. Ensanchamos un poco más el paso de ayer, ahora se puede pasar con el arnés puesto.
Los Jordis comprobamos que las descripciones de Víctor se han quedado cortas, muy cortas. Visto en perspectiva, parece una gran sala en la que el techo ha colapsado, nosotros nos encontramos por encima de los bloques y el nuevo techo forma una bóveda, que a medida que bajamos se hace más vertical.

La zona ancha

Como poseídos nos adentramos por la zona nueva, cada uno por un lado, las continuaciones son numerosas, solo vamos por lo más evidente, franqueamos un paso entre bloques y aparecen nuevas zonas, parece no tener fin. En la parte más baja un destrepe peligroso parece ser el último obstáculo, necesitamos cuerdas.
Víctor viene a nuestro encuentro mientras topografía, felicitaciones y abrazos. Le animamos a dejar el dibujo y disfrutar de la exploración, le mostramos lo principal, el pozo final, las salas y al final otro paso en bajada que no me atreví a bajar solo.  Víctor lo intenta, tira abajo unos bloques inestables y consigue bajar. Le seguimos, otro importante volumen con varias continuaciones. Víctor sigue hacia la derecha, Carretero opta por la izquierda, yo sigo abajo….no por mucho tiempo, Carretero nos llama para que veamos lo que ha descubierto, por los gritos intuimos que debe ser algo bueno. Ha salido de la parte caótica de bloques y ha entrado en una zona de disolución, pozos, meandros, chimeneas y galerías de dimensiones considerables para la cota en que estamos. Esto pinta muy bien. Como ya es habitual, los grandes descubrimientos se hacen el último día! A partir de este punto es imprescindible la cuerda pero nosotros tenemos que regresar a Calseca.

El equipo a la salida de las exploraciones

La vuelta es muy animada, estamos eufóricos, planes para el futuro, hay que avisar a los compañeros..... no nos damos cuenta y llegamos al albergue justo a tiempo para que me pueda lavar el equipo, tomar una ducha y marchar al aeropuerto.

Volveremos!

CL-081 Torca del Espejo. Topografia de lo explorado hasta ahora


Jordi Pérez 29-12-2014



diumenge, 28 de desembre del 2014

Exploraciones de invierno en el Alto del Tejuelo (parte I)


Ya hacia días que tenia ganas de espeleo, por suerte puedo aprovechar 5 días de fiesta antes de Navidades para hacer una escapadita a la zona de exploración. Allí me esperan Jordi Carretero y Víctor Gayol, colaboradores necesarios para este deporte en equipo o en compañía.

Discutimos los planes, ya venia con la idea de ir a trabajar la “zona blanca”, una zona triangular sin cavidades importantes en medio de la maraña de galerías del Alto del Tejuelo, no me cuesta nada convencer a mis compañeros.





El primer día nos dirigimos a la CL-260, una cavidad en el extremo norte de la zona con una importante corriente de aire. De camino revisamos la CL-076, explorada por ECG en 1982. No nos cuadra la descripción y además encontramos un par de cavidades cercanas, aparentemente sin explorar y que es día soplan. Anotamos esta cavidad en trabajos pendientes de revisión. En la CL-260, revisamos en detalle lo explorado y encontramos una zona nueva, pero sin continuación. En la punta de exploración se fuerza un paso y la cavidad continua, por falta de tiempo debemos abandonar la exploración en la cabecera de un P10, se debe abrir el paso para continuar. De regreso dejamos el material en la CL-076, mañana las bajaremos.

El segundo día, de acuerdo a las previsiones, llueve. Nos tomamos el día libre para hacer una visita a Santoña, con vinos y anchoas incluidos y a Liérganes, a tomar un chocolate con churros.

El tercer día amanece despejado, ligeros de equipaje nos aproximamos a la zona, muestro a Jordi y Víctor algunas torcas exploradas, la CL-081 explorada por ECG en el 82 sopla aire, en contraste con la temperatura exterior, sopla caliente y nos atemperamos el cuerpo.


Como no es necesario material, decidimos hacer una entradita rápida para inspeccionar. Descendemos hasta una salita de unos 4 m2, donde la pared del fondo es un espejo de falla de manual. Siguiendo la falla, dirección Oeste, hay un par de pasos taponados por bloques, se puede intentar retirarlos. En dirección este, vemos un laminador impenetrable de unos 2 metros de longitud que desemboca en un volumen relativamente grande, las scurion nos permiten ver que las paredes se encuentran a unos 15 metros, y la corriente viene de este lado.


Cambiamos los planes y nos centraremos en la CL-081, a la que llamaremos Torca del Espejo. Hace falta ampliar el laminador para poder pasar, el primero en hacerlo es Carretero y se encuentra con medio cuerpo colgando sobre un pozo de 8 metros, con una maniobra digna del Circo del Sol, puede darse la vuelta y regresar al punto de inicio. Instalamos una cuerda y accedemos con seguridad al volumen que resulta ser más grande de lo que imaginamos. Pero lo más evidente es un pozo de 10 metros, por donde viene la corriente de aire. Dejamos el resto de opciones para concentrarnos en este pozo, que descendemos de inmediato. En su base, un nuevo laminador estrecho, esta vez vertical, nos detiene temporalmente, Mañana más, esto sigue!!




Jordi Pérez 28-12-2014